Sillas de ruedas posturales: criterios para elegir la más adecuada

Adquirir un producto ortopédico es una tarea mucho más compleja de lo que puede parecer, especialmente si nunca lo has necesitado o utilizado antes. A la gran cantidad de opciones que encontrarás en el mercado se une un conjunto de especificaciones técnicas que, probablemente, se escapen a tu conocimiento y dificultarán tu elección. Por ello, ponerte en manos de un equipo que pueda asesorarte con profesionalidad es clave.

Y si esto ocurre con la mayoría de productos ortopédicos, en algunos casos es aún más acusado, como ocurre con las sillas de ruedas posturales. ¿Sabes cómo son exactamente estas sillas y para qué personas están indicadas? ¿Y qué aspectos debes valorar para elegir la adecuada? Pues de todo ello vamos a hablar hoy en este post que no debes perderte.

¿Qué es una silla de ruedas postural?

Las sillas de ruedas posturales son sillas diseñadas para personas con movilidad reducida que pasan mucho tiempo sentadas y necesitan un estricto control de su postura corporal. Por eso son sillas más complejas que incluyen complementos como reposacabezas reclinable, soporte fijo de tronco o sistema de basculación y elevación de piernas, por citar algunos ejemplos.

En definitiva, son sillas de ruedas especiales que buscan proporcionar el máximo confort y funcionalidad a pacientes con graves problemas posturales, de movilidad o de demencia.

¿Qué personas pueden requerir estas sillas? 

Normalmente, las sillas de ruedas posturales son prescritas por un facultativo que ha analizado la situación del paciente y conoce sus necesidades en función de su patología. Entre las dolencias más comunes que suelen ocasionar su uso destacan:

• Deformidades en la columna
• Edemas en las piernas
• Parálisis cerebral
• Esclerosis múltiple
• Lesión cerebral
• Distrofia muscular…

Aspectos a tener en cuenta para comprar sillas de ruedas posturales

Para elegir una silla de ruedas postural es fundamental considerar una serie de aspectos técnicos y clínicos que garantizarán la correcta adaptación y bienestar del paciente que la use.

Como hemos mencionado, estas sillas están diseñadas específicamente para personas con discapacidades físicas que requieren apoyo adicional para mantener una postura adecuada, lo cual tiene un impacto directo en la salud, confort y funcionalidad.

1º paso: evaluar clínicamente al usuario

El primer aspecto que debes tener presente es la evaluación clínica del usuario, que debe incluir una valoración de la capacidad del control postural, la alineación corporal y el grado de movilidad. Es crucial entender las necesidades específicas del paciente, como las condiciones neuromusculares, posibles deformidades esqueléticas o el riesgo de úlceras por presión, ya que estos factores determinarán las características necesarias de la silla.

2º paso: valorar el sistema de asiento y respaldo

El sistema de asiento y respaldo es uno de los elementos más críticos en una silla de ruedas postural ya que debe proporcionar un soporte adecuado a la pelvis, columna y extremidades. El asiento debe tener características personalizables como el ajuste de la profundidad, ancho y ángulo para adaptarse a las medidas del usuario. El respaldo, por su parte, debe ofrecer soporte lumbar y dorsal ajustable, y en algunos casos, se puede requerir un respaldo reclinable para redistribuir las presiones y prevenir la aparición de úlceras.

3º paso: analizar el sistema de control postural

Para usuarios con dificultades significativas en el control postural es esencial que la silla de ruedas incluya sistemas de control adicionales como soportes laterales, pélvicos y de cabeza. Estos dispositivos ayudan a mantener una postura adecuada y a prevenir desplazamientos indeseados que pueden causar dolor o aumentar el riesgo de deformidades.

4º paso: comparar capacidad de movilidad y maniobrabilidad

La movilidad y maniobrabilidad de la silla de ruedas también son aspectos fundamentales al elegir una postural. Dependiendo de las capacidades de movilidad del usuario, se debe seleccionar entre una silla manual o eléctrica. Las ruedas también deben ser adecuadas para el entorno en el que se va a utilizar la silla, así como contar con un sistema que permita su fácil conducción y cambios de dirección. Además, es importante considerar la estabilidad de la silla para evitar vuelcos, especialmente en usuarios con posturas asimétricas.

 

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