Rampa para silla de ruedas: ¿cómo medirla?
Rampa para silla de ruedas: cómo medirla
¿Por qué es tan importante una buena rampa?
Las rampas son el puente entre la accesibilidad y la inclusión. Ya sea en un portal de edificio, en una tienda, o incluso en tu propia casa, una rampa mal diseñada puede convertirse en un obstáculo más que en una solución. Y esto no es solo cuestión de comodidad, también está en juego nuestra seguridad. Por eso, tanto si estás pensando en instalar una rampa fija como en adquirir una rampa ligera portátil, es clave entender qué medidas son las adecuadas.
Medidas recomendadas para rampas para sillas de ruedas
Pendiente ideal:
La pendiente es el primer factor a considerar. Una rampa demasiado inclinada puede ser inútil o peligrosa, especialmente si usas una silla de ruedas manual. La regla general es que la pendiente no supere el 8%, es decir, 8 cm de altura por cada metro de longitud. Sin embargo, en lugares públicos se recomienda una pendiente máxima del 6% para garantizar que sea accesible para todos.
En las sillas de ruedas eléctricas la situación cambia: estas sillas suelen tener mayor capacidad para subir pendientes pronunciadas, pero eso no significa que debamos descuidar la seguridad. Una pendiente entre el 6% y el 10% podría ser aceptable dependiendo del caso.
Ancho mínimo de la rampa
El ancho es otro aspecto esencial. La rampa debe permitir el paso cómodo de la silla de ruedas sin que las ruedas laterales queden al borde. El ancho mínimo recomendado es de 90 cm, aunque si se trata de un espacio público o de una rampa en edificio, es preferible que sea de al menos 1,20 metros para facilitar el cruce de dos personas o sillas de ruedas.
Longitud: cómo calcularla
La longitud de la rampa depende directamente de la altura que necesitas salvar y de la pendiente que hayas decidido usar. Por ejemplo, si tienes un escalón de 20 cm de altura y decides usar una pendiente del 8%, necesitarás una rampa de al menos 2,5 metros de longitud. La fórmula es sencilla:
Altura / Pendiente = Longitud de la rampa
Tipos de rampas para silla de ruedas
Rampa fija en edificios o portales
Estas rampas son las más comunes en accesos permanentes. Suelen estar construidas con hormigón, madera o metal, y son ideales para lugares donde la altura a salvar no cambiará. Si necesitas una rampa en el portal de tu edificio, asegúrate de que cumpla con las normativas de accesibilidad de tu país. Además, considera agregar barandillas en ambos lados para mayor seguridad.
Rampa ligera y portátil
Las rampas ligeras son una excelente opción si necesitas movilidad. Estas rampas están fabricadas con materiales como el aluminio, lo que las hace fáciles de transportar y colocar. Son ideales para superar escalones o desniveles temporales, como cuando visitas un lugar que no está adaptado. Asegúrate de que la rampa tenga una superficie antideslizante y un sistema de fijación para evitar accidentes.
Rampa telescópica o plegable
Dentro de las rampas portátiles, las telescópicas son de las más prácticas. Estas se extienden y se ajustan según la longitud que necesites. Son ideales para usuarios que necesitan una solución versátil para distintos escenarios. Eso sí, su uso puede requerir algo de fuerza y paciencia, así que ténlo en cuenta.
Rampa modular
Las rampas modulares son una solución intermedia entre las rampas fijas y las portátiles. Están compuestas por secciones que se ensamblan fácilmente, lo que permite adaptarlas a distintas alturas o espacios. Son muy populares para eventos temporales o para adaptar espacios sin necesidad de hacer obras.
Materiales:
El material de la rampa también influye en su funcionalidad y durabilidad:
- Hormigón: Duradero y antideslizante, ideal para rampas fijas en exteriores.
- Madera: Económica, pero menos resistente a la intemperie. Mejor para interiores.
- Aluminio: Ligero y resistente, perfecto para rampas portátiles.
- Fibra de vidrio: Resistente y ligera, aunque puede ser más costosa.
Fallos al diseñar o elegir una rampa
- Subestimar la pendiente: Una pendiente pronunciada puede ser intransitable para sillas manuales.
- No considerar el ancho: Una rampa estrecha puede ser tan inútil como no tener rampa.
- Ignorar los bordes: Las rampas deben tener bordes elevados para evitar que la silla de ruedas se deslice.
- Descuidar el mantenimiento: Especialmente en rampas de madera o metal, es crucial revisar periódicamente su estado.
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