Del andador a la silla de ruedas: ¿En qué momento dar el paso?

Del andador a la silla de ruedas: ¿En qué momento dar el paso?

Uno de los temas más comunes es la transición de usar un andador a usar una silla de ruedas. Para algunas personas, es un cambio necesario que mejora significativamente su calidad de vida, pero también puede ser un paso que requiera reflexión y análisis. Si te planteas estás dando este paso o conoces a alguien en esta situación, este artículo es para ti.

¿Por qué considerar el cambio de andador a silla de ruedas?

Primero, hablemos de las razones por las cuales puede ser el momento adecuado para cambiar de un andador a una silla de ruedas. Cada persona es diferente, pero hay algunos factores comunes que pueden indicar que el andador ya no es suficiente para las necesidades diarias.

  1. Aumento de la fatiga al caminar

Los andadores están diseñados para proporcionar estabilidad, pero requieren que el usuario tenga la capacidad de sostenerse y moverse, aunque sea con apoyo. Cuando se empieza a notar niveles de fatiga elevados, el andar se vuelve lento o inestable, y el usuario comienza a depender más del andador que de sus propias piernas, puede ser momento de considerar una silla de ruedas. La silla de ruedas ofrece un soporte completo, disminuyendo significativamente el esfuerzo físico.

  1. Pérdida de equilibrio

Si la persona ha comenzado a tener problemas de equilibrio que ni siquiera el andador puede mitigar, entonces una silla de ruedas puede ofrecer una solución mucho más segura. Esto es especialmente cierto para quienes experimentan caídas frecuentes, algo que puede suceder cuando las piernas ya no se sostienen adecuadamente.

  1. Dolor persistente

Para muchas personas, el dolor es una clave indicadora. Ya sea por una enfermedad degenerativa, artritis u otros problemas de salud, el dolor que empeora con el uso de un andador puede hacer que el caminar sea insostenible. La silla de ruedas, al reducir la carga física, puede ayudar a mitigar el dolor y permitir que la persona siga adelante con sus actividades diarias.

Tipos de sillas con ruedas

Antes de abordar la elección entre un andador y una silla de ruedas, es útil comprender que no todas las sillas de ruedas son iguales. Existen diversas opciones que pueden adaptarse a las necesidades de cada usuario.

  1. Sillas de ruedas manuales

Este tipo de silla de ruedas puede ser autopropulsada o empujada por otra persona. Es ideal para personas que aún tienen algo de fuerza en los brazos y desean tener control sobre su movilidad.

  1. Sillas de ruedas eléctricas

Cuando hablamos de autonomía, las sillas de ruedas eléctricas son ideales para personas que no tienen fuerza en los brazos o que necesitan una mayor libertad de movimiento sin depender de un cuidador. En este caso, la silla de ruedas eléctrica ligera también es una opción conveniente si el peso es un factor importante para la persona y su cuidador, especialmente si se necesita transportarla en un coche.

  1. Sillas de ruedas plegables

Las sillas de ruedas plegables ofrecen una gran ventaja en términos de almacenamiento y transporte. Su peso varía según el material del que estén hechos. Encontrarás opciones de acero, aluminio y hasta de materiales más ligeros como el carbono, cada uno con sus ventajas específicas en cuanto a resistencia y manejo.

Factores a considerar en la transición de un andador a una silla de ruedas

Elegir la mejor silla de ruedas no es tan simple como parece. Existen factores que deben ser considerados con detención:

  1. Peso y material de la silla

Las sillas de ruedas están disponibles en diferentes materiales como acero, aluminio, magnesio y carbono. Si el usuario o el cuidador necesita levantar y transportar la silla de ruedas con frecuencia, una opción más ligera como el aluminio o el carbono puede ser la mejor.

  1. Comodidad y ajuste

La comodidad del asiento, el respaldo y los apoyabrazos es esencial para que el usuario no sufra incomodidades, sobre todo si va a pasar períodos prolongados en la silla. Además, es importante considerar la posibilidad de ajustar el asiento y el respaldo, y la facilidad de maniobra.

  1. Tamaño y accesibilidad

Es fundamental verificar que la silla de ruedas sea lo suficientemente compacta para moverse en espacios reducidos, como la propia vivienda del usuario.

  1. Duración de la batería y autonomía (para sillas eléctricas)

Para usuarios que se desplazan mucho, es importante que la silla de ruedas eléctrica tenga una buena autonomía. La capacidad de la batería y el tipo de terreno donde se utilizará la silla pueden afectar cuánto tiempo se puede usar antes de necesitar recarga.

¿Es mejor un andador o una silla de ruedas?

Decidir entre seguir usando un andador o cambiar a una silla de ruedas depende de varios factores, pero sobre todo de las necesidades específicas del usuario. Si bien el andador ofrece ciertos beneficios como el ejercicio físico y la mayor participación del usuario en su movilidad, la silla de ruedas aporta una mayor estabilidad y comodidad cuando el ya no puede caminar sin fatiga o dolor.

Cambiar a una silla de ruedas no significa necesariamente una pérdida de independencia, sino un cambio en la forma de movimiento. En muchos casos, puede mejorar la calidad de vida y brindar una mayor libertad para seguir adelante con las actividades diarias sin el desgaste físico asociado al uso del andador.

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